Eric Aedo (DC): “Uno echa de menos al Marcel moderado y ponderado, lo hace bien como economista, como profeta no”
El jefe de la bancada de los diputados falangistas advierte que su partido tomó la definición de decirle “basta” al Gobierno y que no se dejará pasar a llevar en las negociaciones por las reformas. Si el Ejecutivo quiere sus votos, tendrá que sentarse a conversar con la DC, dice.
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Estas últimas semanas, el ambiente en el Congreso, y especialmente en la Cámara Baja, se ha puesto cada vez más tenso. Una de las cosas que ha contribuido a eso es que los partidos oficialistas se resisten a respetar el acuerdo administrativo suscrito a inicios de este período legislativo, según el cual, a la Democracia Cristiana (DC) le correspondería asumir la presidencia de la Corporación en el tercer turno, es decir, a partir de julio.
Adicionalmente, no se estaría considerando al falangismo en las conversaciones de las reformas. De hecho, en esta entrevista con DF, el jefe de la bancada de diputados de la DC, Eric Aedo, detalla con pelos y señales por qué no se concretó la cita que este lunes tenían los parlamentarios de la tienda con el ministro de Hacienda Mario Marcel y el desaire de que fueron objeto. A lo que se suman los desaciertos del jefe de la billetera fiscal, como decir que la PGU no estaba financiada por el gobierno anterior y anunciar que si no se respalda un pacto fiscal podría producirse un nuevo estallido social.
Respecto de la presidencia de la Cámara, Aedo asegura que “vamos a hacer nuestro máximo esfuerzo para tratar de resolver esta situación; pero con la misma tranquilidad digo que si no avanzamos como está escrito, no nos sintamos obligados y busquemos otro tipo de acuerdo más amplio, con otras fuerzas políticas”.
- Cuando dice más amplio, ¿se refiere a incluir a la derecha?
- Claro. Yo le llamo a esto ‘hacer la gran Elizalde’, que es negociar con la derecha como él negoció en el Senado. Yo no dramatizo esto. Nosotros entendemos que nos corresponde ahora, vamos a hacer nuestro máximo esfuerzo, pero si eso no se valora, debemos buscar otras alternativas. Una de ellas es -insisto- hacer ‘la gran Elizalde’, que es repetir lo que se hizo en el Senado, en eso me he inspirado en lo que hizo el actual ministro de la Segpres.
- Dice que están trabajando para conseguir que se respete el acuerdo administrativo de inicios del periodo, pero ¿la acusación constitucional contra el ministro Ávila es una moneda de cambio?
- Mire, tengo mucho respeto por mi coeficiente intelectual y me parece que sólo plantear eso sería una estupidez de marca mayor. Jamás, nadie de la bancada ni menos yo como jefe de bancada, he planteado eso. Yo he sido muy claro en decir que el diálogo por la presidencia de la Cámara va por un carril y la acusación por otro. Sí agrego un elemento que me parece que es de sentido común y es que toda acción política genera una reacción. Es decir, que si no se cumple el acuerdo hacia la DC, eso va a generar una reacción política.
- ¿Que no estarán comprometidos a cumplir acuerdos?
- Que el Gobierno no puede dar por sentado, como lo ha hecho, que si habla o no con la DC nuestros votos van a estar siempre para sus proyectos. Ese es un error que hemos cometido, que tal vez hemos transmitido, y que hoy día le estamos clarificando al Gobierno: ‘si usted quiere nuestra votación, vamos a conversar proyecto a proyecto, pero no nos sume a su contabilidad como que da lo mismo y ya estamos adentro’.
- En ese contexto, ¿qué pasa con las reformas de pensiones y tributaria que son clave para el Gobierno?
- Que el Gobierno tiene que conversarlos con nosotros, no puede dar por descontado que están los votos de la Democracia Cristiana. Por ejemplo en el Pacto Fiscal, nosotros estamos disponibles para ayudar, pero tiene que llevar medidas procrecimiento. Hoy día hay una situación de crisis económica, sigue subiendo la curva del desempleo, baja la inversión. Es una ceguera del Gobierno de no querer acompañar el pacto fiscal con una agenda que sea pro desarrollo o crecimiento económico, que genere empleo, que genere movimiento en la economía… Eso es lo que necesitamos, pero el Gobierno no nos puede pedir que aprobemos el proyecto como ellos quieren, sin que le incorporemos nada y, además, que votemos calladitos en la fila. En eso, ya tomamos la definición de decirle ‘basta’ al Gobierno.
- Entiendo que esta semana ustedes tienen una reunión con el ministro Mario Marcel, imagino que plantearán directamente esta postura.
- Había una reunión con diputados y senadores del partido que era el lunes y se me informó, el miércoles pasado, que esa reunión se suspendía por problemas de agenda del ministro y anoche (lunes) conversando con los senadores, me enteré de manera sorpresiva que se había suspendido, en realidad, porque el ministro tenía una comida con Evópoli. Si a mí me engrupen de esa manera, no pues… uno tiene que tener respeto por uno mismo y por la institución en la que milita. Por eso lo digo con esta claridad.
- ¿Siente que el Gobierno está pasando a llevar a la DC porque se ha ido desinflando en los últimos periodos en el Congreso?
- Sin duda. Muchos de los que somos diputados hemos sido autoridades de gobierno y nuestro punto de partida siempre es buscar la estabilidad y la responsabilidad fiscal; pero en el Parlamento es otra la lógica, no es la obediencia ciega, no es que si te dan una orden de arriba la cumples y si no estás de acuerdo te tienes que ir. Acá, a veces tienes que generar contradicciones para construir algo distinto, creo que ese ejercicio nos ha faltado o nos ha tomado demasiado tiempo aprenderlo, pero ya estamos en eso. Por eso creo que uno le hace un bien al Gobierno cuando pone contraparte a sus propuestas.
Admiración a ministra Jara
- ¿Eso es lo que espera hacer en las reformas?
- Claro, en el pacto fiscal con temas como los de fomento al empleo y a la economía. También en el tema previsional, donde nosotros dijimos desde el principio que la DC va a estar en esta reforma, que lleva discutiéndose 12 años, pero tiene que haber libertad de elección y no puede haber cuentas nocionales, porque es un vale por tu plata para cuando te jubiles, que es lo que se hizo en Argentina y que terminó con el Estado gastándose toda la plata de los jubilados. No queremos eso para Chile. Esos son nuestros puntos, también los pondremos en materia terrorismo y otros.
- ¿Esto ya se lo plantearon derechamente a la ministra Jara? ¿Ella sabe que no tiene asegurados los votos de la DC?
- Sí, se lo planteamos y yo tengo no sólo la mejor de las opiniones, sino que tengo un grado de admiración a la ministra Jara, por cómo realiza su trabajo, por sus cualidades humanas y políticas. Creo que eso es lo que hemos intentado hacer con ella en materia previsional.
- ¿Y cree que se ha avanzado?
- En la previsional, siento que hemos avanzado y valoro lo que hizo la ministra en las últimas semanas, de decir que está abierta a que el tema de las cuentas nocionales no sea parte de esto o de abrirse, también, a la participación de privados en la administración de los recursos. Me encantaría ver el mismo avance y la misma disposición en el Ministerio de Salud, respecto de la existencia de un sistema mixto público y privado. Creo que ahí estamos más atrasados.
- ¿Si se sacan las cuentas nocionales y se decreta libre elección en la reforma de pensiones estarían los votos de la DC?
- Pueden estar… pero esto es un proceso que está en plena construcción. De hecho, la ministra está conversando con la bancada de Renovación Nacional; tendrá que volver a conversar con nosotros y, en eso, con Alberto Undurraga, que nos representa en estos puntos en la Comisión de Trabajo. Este no es un acuerdo que esté acabado, pero estos son elementos esenciales que ayudan a encontrar un acuerdo. Pero no quiero adelantar que están los votos, porque puede que en las negociaciones aparezcan otras cosas, no sólo de la DC, sino de otros sectores políticos. De nuestra parte hay una disposición positiva a sellar un acuerdo previsional.
Salidas de libreto
- En el marco de la búsqueda de acuerdos para la reforma previsional, ¿le preocupan las salidas de libreto del ministro de Hacienda, a propósito de lo que señaló, respecto de que la PGU no está financiada, aunque después matizó sus dichos, o lo del estallido social?
- Me preocupan, porque creo que un ministro de Hacienda juega un rol tan importante en lo que dice o en lo que no dice, en sus señales; incluso, a veces, de estados anímicos. Yo lo veo un poco impaciente, algo ansioso; y cuando esa ansiedad lo empieza a ganar siendo ministro de Hacienda, comienza a generar señales que el resto de las personas, y en eso incluyo al mercado y los actores económicos, comienzan a leer con mucha suspicacia. En ese sentido, creo que la imagen del ministro Marcel más que crecer en estas semanas ha tenido un decrecimiento. Por eso llamo al ministro a entender que él no es un profeta, no está llamado a ser un pitoniso de estallidos sociales. ¡Si lo que dijo es muy grave! Porque en el fondo le está diciendo a todos los inversores, nacionales y extranjeros que si no sacamos ahora ese acuerdo para qué van a venir a Chile, si vamos a tener un estallido social. Eso es gravísimo.
- Pero eso lo han dicho otros también.
- Sí, pero no todos los otros son ministros de Hacienda. Si lo dijese yo, me dirían que soy bastante irresponsable; pero lo dice el ministro de Hacienda, el que está llamado a dar estabilidad económica y perspectiva de futuro al país. Por eso quien está llamado a esas tareas no tiene el rol de profeta de las malas noticias, debiese ser alguien que anuncia buenas noticias. Yo creo que el ministro Marcel tiene que volver a respirar profundo, a meditar, y no lo digo con ironía; lo que digo es que uno echa de menos al Marcel moderado y ponderado, lo hace bien como economista, como profeta no le sale bien.
"Eterna adolescencia” del gobierno
- ¿Diría que el estado de ánimo del ministro Marcel refleja el estado del Gobierno?
- Es posible. Hoy día veo al Gobierno complicado, enredado, pero no enredado por terceros, creo que tiene contradicciones como tiene cualquier ser humano.
- ¿Cómo así?
- Creo que el Gobierno está en una etapa de crecimiento, como crecemos las personas, pero en esa etapa de crecimiento tenemos que tomar decisiones, eso uno lo llama madurar. Yo creo que el Gobierno tiene que madurar y no quedarse en una eterna adolescencia, porque al madurar uno no deja sus ideales, al contrario, uno mantiene sus ideales pero sabe que esos ideales los puede realizar con otros. Y, en ese sentido, siento que el Gobierno tiene que entender que sus ideales de justicia social, que yo comparto absolutamente y eso debiera ocurrir en la reforma previsional, en salud, eso es el crecimiento económico, tiene que hacerlo con otros. Solo no se basta porque es minoría en el país y eso se lo han demostrado dos elecciones y en el Congreso es minoría. Entonces, el proceso de maduración es decidir cómo lleva adelante sus ideales, lo que quiere para el país, pero contribuyendo con un ladrillo a esta construcción de esta sociedad mejor, junto con otros. El salto que tiene que dar este Gobierno es entender que dialogar con otros no es un pecado, porque partió pensando que dialogar con otros era traicionarse y no es así.
- ¿Lo que está claro en este minuto es que el Gobierno no tiene asegurados los votos de la DC para sus reformas emblemáticas?
- No. Yo creo que el Gobierno tiene que entender que si nos tenía en el libro de contabilidad en los haberes, no es así y tiene que empezar a conversar con nosotros en serio, porque no tiene asegurados los votos. Esto no es con una pistola en el pecho, es llegar a un acuerdo razonable para ambas partes.